La convivencia entre tortugas suele ser un tema de interés para los amantes de estos lindos reptiles. Tener una sola en casa parece no ser suficiente y con frecuencia se busca la manera de tener juntas a tortugas acuáticas, semiacuáticas y terrestres.
Lo primero es saber que cada tipo de tortuga debe disponer de las condiciones idóneas de vida. Esto es, para las terrestres su terrario y para las acuáticas su piscina.
En el caso de la convivencia como tal existen varios aspectos que merece la pena conocer para asegurar que todo marche como debería y hoy los veremos. Así que, no te lo pierdas.
¿Cómo podemos acostumbrar a una tortuga a otras?
El primer aspecto que debemos valorar para que la convivencia sea provechosa es que cada especie de tortuga debe tener su espacio propio para la vida. Aunque sean dos especies de tierra, lo más recomendable es que disfruten de su terrario específico para cada especie.
La razón principal de esto no tiene que ver con la convivencia como tal sino la prevención ante la posibilidad de transmitirse enfermedades. Ahora bien, el comportamiento de cada especie de tortuga también es diferente, lo que implica que la convivencia estará supeditada a lo que le guste hacer a cada una.
Si deseas que las mismas estén en óptimas condiciones, asegúrate de que su sistema de vida sea similar. Además, mientras más pequeñas sean las tortugas con mayor facilidad se acostumbrarán a la presencia de otras.
¿Qué hacer para mejorar la convivencia entre tortugas?
Si ya se tienen tortugas de distintas especies y no queda más remedio que tenerlas juntas, merece la pena cumplir con las siguientes recomendaciones:
- Vigilar de cerca el comportamiento que manifiestan durante los primeros minutos de contacto. En algunos casos es posible que no se inmuten y que sean capaces de mantener una vida normal sin inconveniente, mientras que en otros se hacen la vida imposible.
- Regular las condiciones del entorno de manera que sea cómodo para todas las tortugas. Entre menos estrés tengan más posibilidades de que se lleven bien existirán.
- Utilizar espacios separados para la comida, así se reducen las posibilidades de que hayan peleas cuando están hambrientas y se les coloca el alimento.
- Atender a sus necesidades inmediatas apenas se produzcan para que puedan mantenerse relajadas.
- Mantener el espacio muy bien aseado para reducir las posibilidades de que se produzcan enfermedades.
La convivencia entre tortugas puede volverse un quebradero de cabeza en ocasiones o ser tan sencillo como presentarlas y que ellas mismas hagan el resto.
De allí que sea clave fijarse en la experiencia inicial que tengan y mantenerlas juntas por varias horas el primer día para tener una valoración más exacta.
En general, las tortugas suelen llevarse bien, por lo que la diferencia de espacios se orienta, sobre todo, para evitar que se contagien enfermedades propias de cada especie.
Artículos relacionados:
¡Hola! Mi nombre es Carla y soy fundadora de MiTortuga.net
Me encanta escribir, especialmente, sobre estos maravillosos reptiles. Además, esto me ayuda a complementar mis estudios de Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid.
Como supondrás, me encantan los animales. Siempre me han gustado. Esta página es mi pequeño aporte al mundo de la biología, y en especial a las tortugas.